La cultura de la milla extra. Manuel Gil Pérez
¿Te has puesto a pensar cuáles son tus acciones cuando algo te interesa o quieres conseguirlo con mucho deseo o muchas ganas?
Normalmente cuando algo nos interesa mucho, empezamos a realizar una serie de acciones que nos motivan a preguntar, consultar, investigar (googlear) o leer entre todo lo que sea necesario para alcanzar "eso” que nos ha llamado la atención.
Todas esas acciones que se van realizando paso a paso y que no nos pesan en el hacer, generalmente no las dimensionamos hasta que se logra el objetivo, se cuentan como anécdotas y victorias de batallas de todo lo que se tuvo que pasar para lograrlo, se vuelve una gran historia o experiencia que nos enorgullece haber superado.
Todas esas acciones nos ponen a prueba para superar cada obstáculo, se vuelven parte de la milla extra que tenemos que dar para lograr la meta.
Podemos compararlo en la parte deportiva donde es muy común ver a personas cansadas, agotadas a punto de tirar la toalla y sin embargo dentro de sí, saben que pueden dar un poco más para llegar a la meta.
Y justo eso mismo pasa para todos los ámbitos de la vida, cuando nosotros entrenamos a nuestra mente y a nuestro cuerpo a realizar en cada actividad un poco más y buscar un esfuerzo mayor, nuestro sistema mental, emocional y físico se van transformando, lo vamos acostumbrando a salirse en cada sueño o meta del área de confort.
Expresar esto a la gente de nuestro alrededor suele ser incluso para muchas personas algo que se sabe y se dice coloquialmente "Échale ganas”.
Como todo en la vida, la milla extra tampoco se logra de la noche a la mañana, si se hace de manera esporádica por algo en particular no se mantiene en el tiempo ni con todas las acciones, sin embargo, cuando lo practicamos dia a día en todas nuestras actividades las cosas se vuelven muy diferentes en el tiempo.
Las personas que se entrenan y practican día a día, en todas las dimensiones integrales de su vida como son el cuidado de su salud, haciendo ejercicio, comiendo mejor, cultivando su mente a través de la lectura, manteniendo relaciones personales sanas consigo mismo y con otras personas y profesan su espiritualidad o fe con este mismo concepto de siempre esforzarme y dar un poco más, inevitablemente siempre se encuentran en sentido paradójico subiendo la montaña a costa de todo obstáculo.
Siendo este concepto tan importante como elemento de engranaje para el éxito de las personas y por ende de las organizaciones, la cuestión es ¿Cómo lo implementamos como cultura?
La primera premisa que se debe de tener es que, si un lider no lo practica o lo hace de manera parcial en cualquiera de sus dimensiones, se vuelve un referente parcial o incongruente, eso sin mencionar los "jefes” que solo dan ordenes para que se hagan las actividades por instrucciones.
Por lo tanto, una recomendación para poder adoptar la milla extra como cultura, es integrarla a tu filosofía de vida, volverla parte de ti en todo.
La manera más práctica y recomendable de hacerlo al principio para todos, es aplicarnos la medición del sistema de mejora continua, medir nuestro avance en las dimensiones de cada ser humano para lograr metas o resultados alcanzables y bien definidos, que cada vez que se logren, se vuelva un incentivo personal para ir por el siguiente con la misma intensidad y ganas. Si eso lo aplicamos y enseñamos en nuestras comunidades para que se adopte a manera personal explicando la importancia de dar siempre un poco más en todo, por consecuencia se traerán las practicas personales a las practicas de la organización.
Entonces estaremos transformado la organización desde los cimientos y la mayor fortaleza que tienen que son el capital humano.
Las organizaciones, líderes y personas tienen que comprender que no es negociable esta cultura, considerando ahora la gran cantidad de conocimiento y ofertas de capital que existen en el mercado, la automatización ha llegado a reemplazar fácilmente la milla extra de muchos trabajos manuales, es imposible competir en temas de productividad con robots.
Por lo tanto, es un gran desafío para todos los líderes de organizaciones o comunidades hacer estrategias para crear este distintivo de ventaja competitiva que abandere tu marca y que se vea reflejado en la calidad, atención y resultados de todo aquello que se quiera lograr.