¿Te has preguntado cuántas decisiones tomas al día?, ¿Cuántas de esas son de manera consciente?

A lo largo de la vida y seguramente te ha pasado, que tienes el recuerdo de días importantes o relevantes por alguna decisión que tuvo un impacto importante, desde el día que te preguntaban qué regalo te gustaría para navidad o en alguna reunión familiar qué ibas a estudiar, dónde ibas a trabajar, dónde querías vivir, qué coche te gustaría tener hasta alguna decisión de negocio o inversión que hiciste con amigos.

Cuando nos vamos a esos recuerdos, muy seguro se nos viene a la memoria el momento, probablemente el entorno, el lugar donde estabas, la gente que te rodeaba, aquellos factores de mayor impacto para nuestro cerebro del momento.

Cuando respondemos a preguntas para la toma de decisiones, debemos saber que éstas son mayormente influenciadas por todo el conocimiento y experiencias vividas hasta entonces, más que por la información nueva que se nos puede estar presentando, entre los factores más importantes que intervienen están las campañas comerciales, lo que estaba de moda, lo que nos decían por nuestra familia, lo que nos decían nuestras amistades más cercanas, por el servicio religioso, por lo aprendido y las reglas en la escuela, etc. 

Durante todo el trayecto de vida vamos adquiriendo conocimiento de diferentes fuentes de información que vamos asimilando y asumiendo algunas como válidas y otras no. Ese conjunto de información se vuelve nuestro sistema de referencia o reglas que son las que de manera inconsciente ya forma parte incluso de nuestra personalidad, damos por un hecho que lo que ya sabemos es una verdad y muchas veces lo damos incluso como una verdad absoluta, sino para muestra tienen un botón, ¿Te han dicho alguna vez que eres de Jalisco, porque nunca pierdes?, ¿qué crees que significa?, eso precisamente, que das por un hecho que tú tienes siempre la verdad de lo que piensas y dices y que los demás están equivocados. Por cierto, sería muy interesante saber por qué o de dónde vino ese dicho de los Jaliscienses, alguien seguramente los estigmatizó.

A lo largo del día una persona toma en promedio 35,000 decisiones y más del 99% de esas son de manera inconsciente, eso quiere decir que todo ese sistema de conocimientos y reglas toma las decisiones por nosotros.

El resultado de las decisiones se vuelve a integrar de nuevo a nuestra experiencia y por ende vuelve a reforzar la decisión o aprender de ella, ajustar ese aprendizaje y todo eso sucede de manera inconsciente.

Porque es tan importante tener un criterio adecuado, precisamente porque nuestros criterios están basados en ese sistema de conocimiento, experiencias y reglas que todos tomamos como referencia y que la mayoría de las veces ya las damos por verdad, muchas veces sin cuestionarlas o evaluarlas para permitirnos externar un juicio o decisión.

¿Se pueden evaluar, modificar y ajustar esos criterios?, la buena noticia es que si, la manera de hacerlo es revisar bien en qué experiencia o conocimiento me estoy basando para tomar las decisiones, si bien no vamos a evaluar todas, es importante elevar la consciencia y empezar a cuestionar a través del día las más importantes. 

Por otro lado, existe el discernimiento, que es la acción de poder decidir la diferencia que existe entre algo, al momento de tomar una decisión estamos "discerniendo” entre opciones que nos llevarán a un resultado.

Esta acción en automático (inconsciente) se va a nuestro sistema de referencia y hace que "elijamos” de una manera rápida.

En mi experiencia y recomendación, es que para poder tomar mejores decisiones y tener una mejor calidad de ellas, te tomes unos minutos al día para ir reflexionando de las decisiones que estás tomando que impacto están teniendo en tu vida. Por ejemplo, si estás platicando con alguien de tu familia, amigo o cliente y están intercambiando algún punto de vista que tiene diferencia, se puede volver una discusión donde cada uno defenderá su idea, eso puede hacer que al terminar no te sientas bien y te genere un sentimiento de enojo, frustración o tristeza porque no se dio el resultado esperado que tu tuvieras la razón o se hiciera algo que tu deseabas lograr. 

Otro ejemplo muy práctico del día a día puede ser la elección que haces cuando entras a una tienda a comprar una bebida, ¿Cuál compras?, la que se te apetece, la que comercialmente está de moda, la que tradicionalmente has tomado o piensas en la que te hace bien y es la que tu cuerpo necesita, esas preguntas pueden hacer que cambies la decisión de una bebida gaseosa por una simple agua. La mayoría decide por bebidas muy azucaradas y en el tiempo ocasionan diversos problemas de salud.

En la medida que escuches a la otra persona y evalúes lo que te está diciendo y tomes como una opción probable que puede tener la razón eso puede hacer que vayas modificando y cambiando esas ideas arraigadas y puedas abrir más tu visión de conocimiento, aprendiendo de otras personas que pueden tener incluso más experiencia o conocimiento que tú.

Algo sumamente importante al momento de tomar una decisión es que lo hagas siempre basado en los principios y valores universales como la bondad, el respeto, la tolerancia, la confianza, la amistad y el amor. 

Y por otro lado te recomiendo que puedas evaluar o cuestionar qué significa para ti la justicia, la vedad y la honradez, entre otros. Por ejemplo, la justicia no significa lo mismo aquí que en Asia o muchas veces decimos que hablamos con la verdad "a medias”.

Ahora bien te invito a que practiques y desarrolles con las personas que te apoyan con estos conceptos, que socialicen qué significan entre ustedes y lo importante que pueden llegar a ser las decisiones y sus consecuencias, eso te permitirá tener mayor confianza, soporte y desahogo de actividades y responsabilidades que se puede medir en la calidad del trabajo, satisfacción de cliente, mejores números, o mejor calidad de vida en general. 

Todas y cada una de esas decisiones han ido formando lo que somos y tenemos hoy en día, por lo tanto, sí existe algo con lo que no estés todavía satisfecho con tus logros, puedes tomar el control y comenzar a hacer que cambie, todo depende de una decisión.

Hombre de familia y exitoso empresario en modelos innovadores de comercialización de productos de salud y bienestar.  Dirige un equipo de emprendedores que han consolidado con éxito sus procesos comerciales a través del desarrollo de Liderazgo Transformacional cimentado en valores.

Instructor, conferencista en temas de desarrollo humano, liderazgo y bienestar y colaborador editorialista del Portal Líder Ejecutivo MX.