¿Alguna vez te has quedado en un hotel "todo incluido"?

Recuerdo que cuando nos registramos en aquel imponente resort, nos pusieron un brazalete y nos explicaron que no debíamos perderlo, pues él nos daría acceso a todas las instalaciones, que con él podíamos disfrutar de todo lo que había de esa puerta en adelante.

Y así fue.

Cada día podíamos recorrer aquel el increíble lugar y bañarnos en cualquiera de sus hermosas piscinas.

Algunas personas preferían quedarse en la habitación, yo me preguntaba ¿Cómo es posible que no quieran disfrutar de este regalo?

¡Si ya todo está pagado!

En aquel lugar también teníamos acceso a los diferentes restaurantes que formaban parte del complejo. Había un surtido impresionante de comidas, postres y bebidas.

Solo había una regla:

"Nada se podía llevar, todo era para comer ahí”

Así es la vida.

Al nacer, Dios nos pone un brazalete llamado "Vida” y a través de él, tenemos acceso a este fascinante y maravilloso mundo.

Mientras tu corazón palpite tendrás la oportunidad de disfrutar la vida que Dios te regala. Pero al igual que aquel Resort, en este mundo aplica la misma regla: "Nada es para llevar, todo es para comer aquí”

La diferencia entre un hotel y un Resort es que el primero se hizo sólo para dormir y estar encerrado y el segundo, para recorrerlo y disfrutarlo.

¡La vida no es un hotel!

Es un Resort 5 Estrellas. Por eso, NO te quedes encerrado en la habitación de tu mente, de tus problemas, en la amargura, en el enojo, en el miedo, en el dolor o en la preocupación.

Si estás respirando es porque aún tienes el brazalete

LA VIDA NO ES PARA LLEVAR, ES PARA COMER AQUÍ.

Espero te encante como a mí. Por favor, deja tus comentarios y comparte.