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La última jugada del año. Luis Ángel Valiente Cárdenas
La última jugada del año. Luis Ángel Valiente Cárdenas
Una tarde de diciembre se juntaron dos amigos a jugar golf.
Era el primer hoyo de un día soleado.
Uno de ellos, el más talentoso, se paro frente a la bola, la miro con toda tranquilidad, cuido su postura, hizo algunos movimientos de ensayo, después sacó sus guantes, se los puso con toda tranquilidad.
Visualizó el horizonte.
A lo lejos se veía el hoyo, bañado de una luz directa que proyectaba un gran sol.
Volvió junto a la bola, el Tee de salida era perfecto, tomó el Driver entre sus manos y con mucha calma volvió a ensayar su tiro, una vez, otra vez y de nuevo.
Respiró profundo, miró el horizonte y por fin, con una determinación y fuerza abrumadora, tiro.
La bola se perdió entre las blancas nubes del cielo, nuestro jugador estrella se quedó en perfecta pose mientras miraba fijamente el hoyo.
La pelota cayó, rebotó 3 veces y quedó a un metro de su inevitable destino.
—¡Casi haces hoyo en uno! Le exclamó su amigo mirándolo emocionado.
Ahora venía el turno del segundo jugador, acomodó la bola, hizo algunos ensayos dramáticos para calentar los brazos, se paro junto a la bola y extasiado, dio un gran golpe.
La bola salió a toda velocidad por los aires.
Mientras caminaba unos pasos, el segundo jugador se cubría con su mano el sol.
La bola cayó a casi 20 metros del hoyo en la zona de bunker.
Hubo un gran silencio.
Los dos jugadores caminaron tranquilos, rumbo al hoyo.
— Estoy a 20 metros de ser tan bueno como tú. Le exclamó el segundo jugador a su compañero con más talento.
— No, estás equivocado, no estás a 20 metros, estás a dos milímetros, sólo tienes que respirar, tomarte tu tiempo, no te desesperes, por el contrario, espera a que el viento fuerte se vaya, el secreto está en esos dos milímetros de como le pegas a la bola. Le respondió su amigo.
Esta reflexión se la escuché a Javier Martínez, un empresario resiliente.
Ya casi estamos por cerrar el año, y como líderes ejecutivos, siempre buscamos la forma de mejorar.
Nos preparamos para golpear esa bola, pero al ejecutar nos alejamos 20 metros del hoyo.
¡Caray!, nuestros proyectos y negocios se vuelven complicados, y pensamos que nos hace falta 20 metros por mejorar.
Vemos a jugadores talentosos hacer hoyo en uno y con eso llega la frustración.
Queridos amigos, no necesitamos mejorar 20 metros, son unos milímetros lo que tenemos que mejorar, son pequeños ajustes los que van a lograr que nuestras estrategias sean funcionales.
Nuestros negocios y proyectos deben avanzar y cumplirse, solo hay que guardar la calma, analizar el entorno y ser resilientes.
Espero que el año que inicia, podamos mejorar nuestro juego con renovadas fuerzas, y que la adversidad agudice nuestro instinto para sacar a nuestros equipos adelante.
Les mando un gran abrazo desde una soleada tarde de reflexión en algún lugar de la Ciudad de México.
Feliz navidad y feliz año nuevo 2023.
Luis Ángel Valiente
luis.valiente@bluebusiness.com.mx
Comunicólogo, consultor y asesor de empresas en temas de comunicación corporativa y mercadotecnia.
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