Pensamiento crítico y liderazgo

Pensamiento crítico y liderazgo

 
¿Conoces el término denominado pensamiento crítico?

Seguramente has sido testigo o has participado en un debate en redes sociales o incluso grupos de   whatsapp y te has sorprendido de que hay personas que dan por buena una sentencia sin dudar.

Primero qué no es pensamiento crítico:
  • Emitir juicios sin pensar
  • Opinar para contradecir un argumento
  • Aceptar una sentencia y darla como verdadera
  • Negar una sentencia solo porque si
  • Resaltar aspectos negativos de algo o alguien sean verdad o no

El pensamiento crítico es un juicio deliberado y auto regulador que deriva de la interpretación, análisis e inferencia así como la explicación de lo probatorio, conceptual, metodológico, criterios o consideraciones contextuales sobre las cuales se basa ese juicio. (Peter Facione, Universidad Estatal de California, USA).

¿Por qué es relevante el pensamiento crítico?

Las redes sociales y la libertad de expresión son una fórmula que en manos de personas sin pensamiento crítico, puede desencadenar en una tendencia hacia la degradación del pensamiento humano. 

Y todavía más intenso si la Inteligencia Artificial toma como base de su aprendizaje el pensamiento humano con esa carencia. Veamos un ejemplo:

Esta es una respuesta a la siguiente pregunta realizada al ChatGPT, la famosa aplicación de Inteligencia Artificial de la que tanto se habla:  ¿Cómo determinas que un texto de tu prompt pertenece a un grupo de información falsa?

"Como modelo de lenguaje, no tengo una forma autónoma de determinar si un texto o una afirmación es verdadera o falsa. Mi programación y mis respuestas se basan en la información que he aprendido de los datos de entrenamiento, y mi capacidad para procesar y comprender información depende en gran medida de la calidad y la precisión de esos datos. Por lo tanto, si se me proporciona información que es falsa o engañosa, es posible que reproduzca esa información como si fuera verdadera”.

Lo anterior confirma la importancia y relevancia del pensamiento crítico en nuestro tiempo.

De acuerdo a un interesante estudio de Peter Facione existen 6 habilidades cognitivas para que exista el pensamiento crítico:
  1. Interpretación. Que consiste en clasificar los datos, información y percepciones, decodificar su significado y clarificar su propósito.
  2. Análisis. Comprende examinar las ideas, identificar los argumentos y analizarlos.
  3. Evaluación. En este punto será necesario darle valor a lo analizado argumentos, reclamos, sentencias. Respecto del conocimiento previo que ha sido validado.
  4. Inferencia. Será necesario observar los vínculos entre la evidencia y las premisas y conclusiones entre los que se evalúa. Cuestiona si las conclusiones son las más adecuadas o podrían haber otras alternativas posibles. 
  5. Explicación. Esta habilidad requiere una declaración de resultados, justificación de procesos y presentación de argumentos.
  6. Auto regulación. Esta última habilidad es quizá la más importante ya que la auto evaluación y auto corrección permite justamente que el pensamiento crítico se sostenga.
El pensamiento crítico es entonces una metodología para el pensamiento humano que no es innata, es decir, no nacemos con ella. Por tanto, será necesaria aprender y poner en práctica.

Y es justo aquí donde la puerca torció el rabo.

¿Por qué en un país como México vemos todos los días en el escaparate de las redes sociales miles y quizá cientos de miles de personas reducidas a opinadores sociales carentes de pensamiento crítico?

Para aproximar una respuesta será necesario viajar en el tiempo a nuestra primera infancia y preguntarnos ¿Cómo nos enseñaron nuestros padres y cómo les enseñaron a ellos los suyos a pensar? ¿Dónde se enseña a pensar? ¿Quién es el responsable? Por supuesto que hay muchas más preguntas.

En nuestros primeros años de existencia en este mundo, cuando niños, es probable que nuestro instinto de descubrir el mundo a través de darles una explicación a las cosas haya sido resuelto en muchos casos con creencia y obediencia; sostenidos por el fuerte tejido de la familia, familia extendida, amigos y comunidad que con la justificación de protegernos forjaron nuestro primer sistema de creencias que nos acompañó durante algunos años pero que para muchos adultos permanece inalterado.

Sin embargo, nuestra propia capacidad de descubrir el conocimiento gracias al aprendizaje tanto en la escuela como en los libros nos permitieron "rebelarnos” y cuestionarnos primero y cuestionar a otros del sistema de creencias que nos fue impuesto.

Ciertamente a lo largo de nuestra vida tenemos etapas que nos permiten reinventarnos, cambiar y adaptar nuestra forma de pensar, ajustar nuestras estrategias de vida; y por supuesto mantener los valores universales el respeto, la bondad, la justicia, la igualdad, el amor, la responsabilidad, la honradez, la solidaridad, la verdad, la valentía, la amistad, el honor y la paz.

Finalmente pienso que es desde la infancia y etapas de crianza de nuestros hijos el tiempo precioso para cambiar nuestro futuro. Es la oportunidad de ejercer nuestro liderazgo de manera contundente y recordando que los primeros educadores somos los padres.

"La palabra convence, pero el ejemplo arrastra”. Así que por más Pensamiento Crítico que desarrollemos solo nuestras acciones son capaces de lograr cambios en nuestras vidas.


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