Estamos en un proceso de reconexión

Cada día que pasa nos dirigimos a un punto de reencuentro con los tiempos pre pandémicos. Los momentos de distanciamiento social que nos fueron impuestos por nuestro propio bien parecen cada vez más lejos. El ciclo está por cerrarse y hay aprendizajes que se quedarán con nosotros. 

Estos son algunos que te compartimos en LIDER EJECUTIVO MX para que queden en la reflexión:

El valor del tiempo. Iniciar a una reunión a tiempo ya sea presencial o no, entregar un producto o servicio de acuerdo al compromiso, devolver la llamada a un clientes, entregar una propuesta en tiempo y forma, se revalorizó en función del tiempo. Quien no haya aprendido la lección quedará en el pasado. Hoy procuras relaciones con profesionales que aprecian el tiempo como un recurso no renovable y valioso.

El costo de la movilidad. El traslado de personas o productos ya no serán absorbidos como pérdidas o mermas. Quienes en el costeo de sus servicios no tomen en cuenta la movilidad pronto quedarán fuera del mercado. La logística se convirtió en una condición para hacer negocios. 

Autoaprendizaje. Adquirir conocimientos ya sea en plataformas de capacitación a través de cursos en línea, sesiones de consultoría uno a uno, creadores de contenido, audiolibros es si o si para los profesionales supervivientes a la pandemia.

Virtualización. Tiendas en línea, reuniones, coaching, cursos a través de plataformas llegaron para quedarse. Esto nos llevó a valorar el fondo más allá de la forma, ser más eficientes e identificar el verdadero valor de lo virtual.

Importancia de las citas presenciales. En contra parte, aprendimos la importancia de la interacción personal y somos más conscientes de que las relaciones personales son muy valiosas.

Debemos definir qué va seguir siendo virtual, o qué etapa de mi proceso seguirá siendo en línea y como preparar todo para el contacto personal.  Para ello desarrollar habilidades personales, interpersonales y prácticas serán fundamentales para adaptarse al mundo post pandémico.

Ciertamente y como dice el clásico: las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más inteligentes sino las que mejor se adaptan al cambio.