Sus páginas encierran sabiduría ancestral en tácticas que dan cuenta de elementos esenciales que siguen vigentes para elaborar planes estratégicos, de ventas, de mercado y prácticamente en cualquier disciplina humana en la que ser competitivo en un ambiente de conocimiento y desafíos del mercado es una obligación.
 

En el mundo de los negocios ahora el territorio puede ser cualquier parte del mundo. Pero veamos algunas señales de nuestros tiempos al menos en los últimos 10 años en Yucatán:

Marcas comerciales como Dondé, orgullo Yucateco ha defendido su posición en el Sureste ante la introducción de nuevas opciones, que se venden en cadenas comerciales como Waldo´s.

Productos como Salsas el Yucateco se pueden adquirir en Australia o New York y compiten con otras marcas como la Salsa Tabasco, que no es mexiana, por cierto o Melindas, marcas con presupuestos publicitarios y patrocinios de cientos de miles de dólares.
 

Esto por citar brevemente dos ejemplos. Apenas llevamos 15 años de Internet de uso empresarial en México, digamos del que prácticamente cualquier empresa podría contratar y aprovechar; vemos que la tecnología a avanzado, sin embargo los modelos de negocio siguen siendo los mismos. 

 Aquí me detengo y hago la pregunta. ¿Qué estamos esperando?
 

Creo que existen en nuestro medio, empresas y marcas locales con la capacidad de expandirse hacia nuevos mercados. Con capital financiero y humano. Entonces ¿Qué estamos esperando? 

Quizá la respuesta está en el cambio generacional por una parte y por otra, en una aparente confusión entre la visión y la misión, aspectos filosóficos de la empresa pero que bien valdría la pena evaluarlas y actuar en consecuencia. 

 Tal y como lo haría un General en tiempos de Guerra.